lunes, 19 de agosto de 2013

A un buen amigo


A un buen amigo: "Árbitro de Fútbol"

¿QUE TIENEN?:
               A veces exceso de arrogancia y cierto afán de protagonismo, que no por repetido deja de ser cierto, al no tener presente que el hecho de que pasen desapercibidos es su verdadero triunfo y reconocimiento a su labor. De los "jueces" se espera "justicia" sin notoriedad. Son imprescindibles para el buen desarrollo del espectáculo, pero no lo son para jugar al fútbol.

¿QUE DEBIERAN TENER?:
               Confianza en si mismo, personalidad para no dejarse llevar de impulsos repentinos; humildad, que no debilidad, para entender sus propios errores y sobre todo darse cuenta de que son otros los protagonistas principales; diálogo respetando y haciéndose respetar, dejando siempre muy claro el principio de disciplina a las reglas y normas que debe imperar y que como árbitros deben exigir en todo momento.
                           Una dedicación exclusiva con la renumeración adecuada y conforme a la categoría ( 1ª y 2ª división) que los haga ser independientes, y con ello el adecuado entrenamiento que su labor requiere.

¿QUE LES FALTA?:
               Una pequeña y adecuada preparación psicológica que les haga y permita entender el estado anímico (en general) del jugador en algunos momentos del juego, sin que ello menoscabe el reglamento ni su autoridad.
                           Unificar criterios de uso diario en cuanto al reglamento, en aquello que el mismo deja a juicio del árbitro, para que de esta forma el aficionado haga las menos comparaciones posibles al sentirse perjudicado por una decisión arbitral.

¿QUE LES SOBRA?:
               Ciertas aptitudes, no teniendo en cuenta muchas veces la categoría en donde se  arbitra, que si bien las reglas de juego son las mismas para todos, no así algunas exigencias deportivas y circunstancias fuera de lo que es estrictamente el terreno de juego.

¿DE QUE SE LES ACUSA?:
               A veces para amonestar con tarjeta a un jugador etc., de usar el brazo como látigo como si pretendiese amedrentar; el castigo está en el color de la tarjeta, no en el airado movimiento del brazo.
                           En categorías inferiores, sobre todo, a estar mas pendientes de lo que ocurre en el entorno (banquillos, aficionados, etc.), que del propio desarrollo del encuentro, lo que en algunas ocasiones altera el mismo.

CONCLUSIÓN:
               Lo que si debe decirse, es que con errores y aciertos no es fácil el mundo del arbitraje. Casi siempre se les hace culpables de los resultados negativos  de tal o cual equipo, y a veces ni siquiera bien defendidos por su propio Colegio; y que vamos a decir de algunos directivos, entrenadores, jugadores, (en todas las categorías, pero mucho más exigible en las profesionales)) que muchísimas veces, pretenden engañar al colegiado y escudan sus resultados por el mal arbitraje sufrido, que de seguro que alguna vez (no tantas como se pretende) así ocurre, pero que se reparten a lo largo de la temporada entre todos los equipos; si hablamos de la prensa ¡válgame el cielo!, escribirá en los diarios deportivos lo que sus aficionados quieran leer, eso sí, no coincidirán con los de la ciudad o pueblo del equipo contrario, (a veces uno duda de haber visto dicho partido, que a su vez hará otro tanto de lo mismo.
               Una parte de aficionados o "forofos", dando rienda suelta a sus sentimientos mas primitivos, como si de un circo romano se tratase, ven a los árbitros como gladiadores vencidos e inclinan su dedo pulgar hacia el suelo. Y los jugadores!, algunos de ellos, que no la mayoría, poca o ninguna ayuda les prestan a los colegiados y por consiguiente al noble deporte del fútbol, cuando tratan de engañarlos, y si no lo consiguen, poniéndolos en  boca de los "forofos" que rugen: "Es un sirvengüenza, es un cagado" (en el mejor de los casos y siendo tremendamente suave). ¿Será el reflejo de una multitudinaria sociedad necesitada de evadirse de los problemas diarios, necesitando un nuevo  CIRCO ROMANO.
               E de reconocer que se mejoró muchisimo en: 
 "¿Que tienen.    Que debieran tener.    Que les falta.   Que les sobra.    De que se les acusa?".  Y por último querido amigo, no me gusta el árbitro arrogante pero tampoco el que cede terreno (literalmente) ante el empuje de los jugadores en sus reclamaciones.
               Unha forte aperta, e pensade que é ...  
que son "cousas de Manolín"
               




                
                               













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